Dícese a menudo que “lo importante son los sentimientos…”, referido como es natural a las relaciones sociales, con familiares, amigos, etc. Con esto, se quiere destacar que lo que se siente por una persona es mucho más importante que lo que se hace con o por ella.
Bien. Imaginemos que tenemos un perro, como mascota, por el que sentimos un gran y sincero afecto. Sin embargo, un día tiene un accidente y se fractura una pata, decidiendo que no es necesario llevarlo al veterinario puesto que se le soldará sola. Algo menos grave: nos vamos un par de días y le dejamos con agua suficiente pero como poco pienso, porque se nos olvido comprar más. Pensamos que un día de dieta no le vendrá mal.
Si el perro pensara, ¿qué ideas le vendrían a la cabeza y qué pensaría sobre su dueño?
(descargar pdf) Obras son amores y no buenas razones