La situación óptima de una pareja es aquella en la que se combina el amar con el querer, combinación que produce las máximas satisfacciones: Se desea lo mejor para la otra persona, se actúa para mejorar o mantener el bienestar de la otra persona y se desea compartir momentos reales o virtuales con la otra persona. Cuando estos sentimientos son mutuos es muy fácil, no supone esfuerzo amar y querer, dado que en cada situación de conflicto o de placer cada persona busca el bienestar de la otra.
Ejemplo de conflicto cotidiano resuelto con amor: uno de los miembros de la pareja desea mantener el orden en las cosas de casa para encontrarlas con facilidad y así lo hace; en cambio, la otra persona deja las cosas por encima de mesas, estanterías, o lugares variados. Cada una ama a la otra persona, por lo que buscan alternativas que hagan encajar las preferencias de una y otra. No resulta sencillo. Tras múltiples intentos basados en el amor deciden: la persona que deja cada cosa en un lugar diferente seguirá haciéndolo y quien desea mantener el orden colocará en una caja todas las cosas que no están en su lugar. Cuando la otra persona no encuentra algo, va a esa caja y lo busca, colocando si lo desea el resto de cosas en sus lugares o tirando lo que piensa que no es útil.
[descargar pdf] Amores y Querencias _2