Parte 1. Las cosas del Querer…
Imagínate un día cualquiera. Tienes tiempo disponible, dinero disponible y estás “de compras” en una gran calle de tiendas…
De repente, en un escaparate sientes atracción por unos pantalones muy especiales.
La visión de los pantalones provoca en ti una reacción emocional intensa que interpretas, acertadamente, como que te gusta esa prenda de ropa… Sin duda alguna, piensas o sientes (da lo mismo, ya que el sentimiento incluye al pensamiento) que te gustaría tenerlo. Deseas comprarlo para poseerlo, esto es, para disfrutar de su posesión y uso. Anticipas satisfacción al verlo en tu casa, al llevarlo puesto por la calle,… Esto significa que «quieres esos pantalones «.
Pasemos por una joyería-relojería… En una vitrina ves varios relojes, algunas pulseras, collares, anillos, … De repente tu atención se fija intensamente en uno de los relojes… No necesitas un reloj, ni una pulsera o collar, pero sientes una emoción intensa, «atracción» por el objeto… Piensas que te gustaría tenerlo. Deseas comprarlo para poseerlo, esto es, para disfrutar de su posesión y uso. Anticipas satisfacción al tenerlo a tu disposición, al llevarlo puesto,… Esto significa que «quieres ese reloj, anillo, pulsera o collar».