La evolución de una relación de parejas depende de múltiples factores, individuales y contextuales o del entorno. Sin embargo desde una perspectiva etológica y conductual consideramos admisible la consideración de cuatro fases generales por la que pasa toda relación.
La evolución de una relación de parejas depende de múltiples factores, individuales y contextuales o del entorno. Sin embargo desde una perspectiva etológica y conductual consideramos admisible la consideración de cuatro fases generales por la que pasa toda relación.
Fase 1.
Prueba de la Relación de Pareja, durante la cual se llevan a cabo diversos ensayos de conductas por parte de ambos miembros. Aquí se debe actuar con sinceridad pues los engaños y ocultamientos llevarán a una ruptura dolorosa más adelante.
Fase 2.
De Consolidación de la Relación, durante la cual se va iniciando el proceso de cohesión entre ambos miembros.
Fase 3.
De Mantenimiento: esta fase se desarrolla durante la convivencia normal; es decir desde la ceremonia de instauración de la pareja (boda). La denominamos “Travesía Oceánica” porque, la vida en pareja puede asemejarse a numerosas singladuras o viajes de un barco. Surgirán dificultades y conflictos, cuya forma de resolverlos determinará si el barco sigue navegando o se va a pie en una de tales tormentas.
Fase 4.
De Consolidación Definitiva o Ruptura: con el paso del tiempo se podrán dar dos fenómenos: consolidación definitiva o ruptura.
Fases de las Relaciones de Pareja (descargar en pdf)