Si admitimos que el interés actual de la sociedad occidental por el estudio de la conducta de las personas proviene de la filosofía griega y romana (Oriente es otra cosa…), podemos comprobar que durante decenas de siglos los filósofos hicieron todo lo posible por encontrar las explicaciones a dicha conducta mirando, escuchando,…, exclusivamente al individuo; adoptando como principio indiscutible que la explicación a los diversos modos de comportarse en unas u otras situaciones, debía encontrarse en su interior, debajo de su piel.
El último investigador que se aproximó a la Psicología fue precisamente un médico, el Dr. Sigmund Freud. Como médico disponía de una amplia formación sobre el cuerpo humano y elaboró una teoría centrada, una vez más, en el individuo.
Sin embargo, las cosas iban a cambiar en el nuevo siglo: dos filósofos de gran capacidad y rigor intelectual, decidieron cambiar el punto de vista tradicional, “homocéntrico”, por otro mucho más amplio y complejo.
Psicólogos y Psicología 2. [descargar pdf]